No hay una receta infalible para decorar la habitación de una adolescente. Justamente, la característica de estos cuartos es la personalización: cada joven decorará su cuarto según sus gustos y preferencias. Entonces, el color idealno existe. Pero sí, podemos darnos una idea de cómo elegir el más apropiado.
Para comenzar, digamos que el color tendrá mucho que ver con su personalidad. Pintar las paredes del color apropiado nos dará una base a partir de la cual decorar el resto del espacio, y siempre se podrá cambiar por otro cuando ya no le guste.
La forma de vestir de una adolescente nos dice mucho acerca de sus gustos y colores preferidos. Si su look es “lo último” en tendencias, entonces sólo necesitamos saber cuáles son los colores de moda. Es probable que baste con mirar su guardarropa, y sabremos de inmediato cuál es su color preferido, ya que encontraremos varias piezas dentro de una misma tonalidad.
Del mismo modo, averiguaremos cuál es el color contrastante preferido. Las combinaciones de moda según la temporada pueden andar muy bien también en la decoración (como rosa-marrón, amarillo-gris). El color contrastante podemos usarlo para dar algunos toques, como marcos de ventanas, la puerta de la habitación, o alguno de los muebles y/o accesorios (biblioteca, escritorio, luminarias, silla, sillón, etc.).
Aunque el rosa se asocia siempre a lo femenino, es probable que a muchas adolescentes no les guste. Pero sí alguna de sus variantes: el rosa chicle, el fucsia, el rosa fuerte. Podemos usarlo para almohadones, cortinas, pantallas de lámparas, cubrecama.
Si decidimos poner alfombra, veamos que sea resistente al uso y las manchas, y de un color no demasiado claro. Una alfombra con diseño, y con un tema de su preferencia (años ’60, naturaleza, animales, música, etc.), puede ser la mejor idea.
Es imprescindible que ponga su sello personal en la decoración. Sus gustos, intereses, hobbies, deben tener un espacio también en la decoración del lugar en el que pasa, seguramente, muchísimas horas al día cuando está en casa. No olvidemos que la habitación de una adolescente no es sólo un sitio para dormir, es el lugar para estudiar, reunirse con sus amigas, escuchar música y expresarse.
