El diseño de un jardín es tan difícil como el diseño de una casa. Son muchas las variables que debemos tener en cuenta, y el gusto y el deseo deben adaptarse a las posibilidades, tanto de espacio como económicas.
Lo más aconsejable es recurrir a especialistas para el diseño de nuestro jardín: los paisajistas tienen los conocimientos y experiencia como para resolver más rápidamente cada uno de los temas que se planteen. Pero si queremos hacerlo nosotros mismos, estos son algunos de los detalles que debemos pensar previamente.
En primer lugar, en función del espacio disponible y del uso principal que pensemos darle, decidiremos cuántos sectores tendrá nuestro jardín y cuáles serán: si queremos una zona de césped, canteros con flores, un espacio de reposo, el lugar para la piscina (si hay lugar suficiente y podemos tener una), solarium, etc. Esta etapa requiere de dos factores: sentido común y paciencia.
El sentido común, para que nuestro diseño sea realista: no podemos tener 5 o 6 sectores diferenciados en un jardín minúsculo. Y si tenemos niños, por ejemplo, necesitaremos mucho espacio de césped libre, para que jueguen, y menos plantas.
La paciencia será necesaria para hacer mil y un bocetos y elegir el mejor. Y además, deberemos decidir, antes de empezar a bocetar, si optaremos por algún estilo de jardín en particular: tropical, japonés, árabe, francés… o personalísimo.
Una vez que hemos elegido el diseño y los sectores del jardín que nos parece más apropiado, necesitamos trabajar sobre cada uno de ellos de manera diferenciada. Si tenemos un sector de descanso, por ejemplo, desearemos que esté protegido del sol: ¿árboles, pérgola, gazebo o sombrilla? ¿Sillones, reposeras o hamacas? ¿Madera o metal? ¡Tienes mucho para pensar!
Otro tema importante es la iluminación del jardín: puedes elegir apliques de pared, farolas, iluminación por sectores, o focalizada para resaltar un cantero en particular. Esto será cuando ya tengas tu diseño definitivo.
Puedes incluir objetos decorativos y mobiliario: murales, esculturas, fuentes (no siempre una fuente es grande, en un pequeño espacio puedes colocar una fuente zen, por ejemplo), bancos, arcos, verjas. Como decíamos, todo depende del tamaño y nuestras posibilidades económicas.
La elección de las plantas no es un tema menor. Dependerá de varios factores: el clima del lugar donde vivimos, el tipo de tierra, el espacio del que disponemos (¡no olvidemos que las plantas crecen!), el tiempo que pensamos dar al mantenimiento, el estilo de jardín que hemos elegido…
Sabemos que es un tema difícil, por eso iremos ahondando en cada uno de los puntos detallados y algunos más que no hemos mencionado. Por ahora, con lápiz y papel, comienza a dibujar el jardín de tus sueños.