El musgo es ideal para hacer decoraciones en el jardín, pues aporta textura y un color verde muy hermoso. Además, es muy fácil de mantener, tan sólo necesita un ambiente húmedo y sombra. Se puede cultivar en un rincón del jardín, sobre una malla metálica (la que luego se usa para decorar) o se deja secar para hacer con él decoraciones para la casa. El musgo seco también se puede comprar en florerías, viveros o tiendas de insumos para artesanías.
Para hacerlo necesitas de una pequeña cantidad natural, el cual te permitirá comenzar a hacer el cultivo, y otros ingredientes como el gel retenedor de humedad que compras en un vivero.
1 taza de musgo natural
3 tazas de agua tibia
½ taza de leche agria
2 cucharaditas de gel de humedad
Licuadora
Pon en la taza de la licuadora todos los ingredientes y lícualos durante 5 minutos, hasta que se deshagan bien. Vuelca el contenido en un recipiente y pinta con una brocha en el lugar donde quieras que crezca. Luego, debes regarlo aproximadamente una vez a la semana (debes ver que se mantenga húmedo, no mojado) y esperas que crezca.
Con la brocha con la cual pintas la superficie puedes formar diseños o hacer dibujos en los cuales crecerá el musgo. Si pintas, por ejemplo, un mensaje sobre madera, lo riegas y lo mantienes a la sombra, el mensaje será visible recubierto de musgo.
De esta forma, puedes hacer todo tipo de decoraciones, como por ejemplo dibujos con esténcil sobre paredes exteriores, macetas recubiertas de musgo, piedras con musgo, etcétera.
Cuando quieras secarlo, simplemente lo tienes que sacar de la superficie con una espátula y dejar que se seque sobre una rejilla de alambre, a la sombra. El truco es que tiene que recibir aire por debajo, para que la planta se deshidrate y que el musgo mantenga su color.