Sembrar flores en el jardín, además de que es una tarea apasionante y desestresante, te permitirá decorar con colores y aromas que inundarán el espacio natural todo el año.
Un jardín florido es hermoso, atrae a las aves y las mariposas, y te provee de bellas especies de flores ornamentales para decorar la casa, todo a un bajo costo si comienzas desde cero, es decir, si compras las semillas para sembrarlas en tu jardín.
Comprar semillas para flores te permitirá obtener un jardín profusamente florido a un costo mínimo en relación a comprar las plantas ya crecidas, incluso si tu jardín es muy grande. Para ello, el primer paso es obtener las semillas adecuadas, de acuerdo al clima del lugar donde vives, el suelo de tu jardín y sus condiciones de sol y sombra. Al momento de adquirirlas, consulta en el vivero sobre las que necesitas para que tus flores crezcan sanas y se desarrollen plenamente.
Luego, necesitas saber cuándo plantarlas. Comúnmente, en cada paquete de semillas se especifica la época de la siembra, las condiciones de suelo, sol y sombra, así como su mantenimiento. Si compras flores de bulbo, infórmate sobre los procesos de siembra, pues suelen ser bastante complejos y diferentes, según cada una de las especies.
Si optas por flores de semilla, puedes mezclarlas con arena y luego esparcirlas sobre la tierra para facilitar el proceso.
Una vez que hayas adquirido las semillas, abonado el suelo y sembrado tus flores, debes esperar un tiempo para verlas crecer. Y cuando notes que los retoños comienzan a asomar, debes mantener el suelo y proteger la siembra.
Para ello, quita las malas hierbas, usa abono, riega diariamente durante los primeros 10 o 15 días (manteniendo la tierra siempre húmeda) y protege los retoños que pueden ser afectados por el frío o el exceso de sol. Puedes usar protectores individuales o un cobertor sobre toda el área.
Luego de que las flores han crecido, riégalas con menos asiduidad, quita el protector y disfruta de un jardín florido de vivos colores y aromas deliciosos. Un jardín de flores ya desarrolladas no necesita de mucho mantenimiento y te da grandes satisfacciones; por ello vale la pena adquirir las semillas para siembra y hacer tu propio jardín combinando tonalidades, formas, texturas y aromas.