A la hora de decorar un jardín no es necesario grandes gastos, puedes aprovechar tus opciones y recursos, y echar mano de las herramientas necesarias para crear y restaurar simples mobiliarios, y así complementar la decoración.
Aquí veremos algunos trucos para lograr esto mejorando el uso y apreciación del jardín, con muebles útiles y sencillos.
Una hamaca de tres cuerpos con toldo y cojines acolchados puede sonar de maravillas, pero si en verdad sueles reunirte con amigos en torno a una mesa, para fomentar la charla y el contacto visual, esta pieza sería poco práctica.
Como este, hay muchísimos ejemplos de mobiliario de jardín que suele ser bellísimo, pero quedar sin uso en la vida diaria. Por ello, los muebles siempre deben responder al uso determinado para cada estancia.
El primer paso es determinar las actividades que solemos realizar: reunirnos con amigos, tomar sol, relajarnos viendo el cielo, jugar con los niños, ejercitar con la mascota. Luego, podrás decidir mejor el tipo de mobiliario necesario y adecuado para tu jardín.
Si sueles reunirte con amigos en torno a una mesa donde apoyar las bebidas, tampoco es imperativo contar con una mesa fija, pesada o de grandes dimensiones, pues gran parte del tiempo el jardín tendrá otros usos, y también la colocación de un mueble fijo obstaculizaría el mantenimiento.
En cambio, prefiere los muebles transportables, duraderos aunque livianos, como los plegables de madera, las sillas de PVC, resina o plásticas, o incluso banquillos apilables que puedas llevar de aquí para allá. Los muebles plegables, como los de camping, son simples, prácticos y pueden ser guardados en espacios pequeños, dejando así tu jardín libre a diario, bien ordenado.
Optimiza también tus recursos: si quieres lograr una decoración de jardín rústica, compra unos seis fardos de pasto seco (como los que se usan para alimentar al ganado o a los caballos) y crea con ellos asientos de emergencia cuando lleguen los invitados, cubriéndolos con lienzos si fuese necesario, y utilízalos en la decoración general a diario. Si prefieres, por ejemplo, un aspecto más urbano, busca muebles de caño hueco. Estos soportan bien la humedad del jardín, y pueden ser usados puertas adentro en caso de lluvia u otras condiciones.
Para dar sombra, prefiere la naturaleza. En lugar de colocar gazebos o carpas, o costosas sombrillas fijas, planta un árbol frondoso en un sitio adecuado (por ejemplo, en una esquina, lejos del tejado de la casa principal) y, en poco tiempo, tendrás sombra natural que no te quitará espacio y que decorará el hogar a lo largo del año. Prefiere especies perennes adecuadas para tu clima, con ramas de despliegue horizontal. Podrás usar este árbol a modo de estructura: para dar sombra, para adecuar la iluminación, incluso para colgar de sus ramas sillas colgantes o hamacas a modo de juego o relajación, para usar todo el año, casi sin gastos.
Mientras el árbol crece, puedes crear simples toldos o sombrillas de playa, y retirar los con facilidad. Una técnica simple de crear sombra sin ocupar espacio es tender dos o tres líneas de soga y montar en ellas toldos o telas económicas, que puedan ser plegadas o extendidas según la necesidad. Al no tratarse de alambres o estructuras rígidas, puedes quitar las sogas o todo el toldo cuando quieras.