En el mercado hay una infinidad de modelos y estilos de telas que podemos aprovechar para hacer cortinas. Pero claro, a veces los estilos más llamativos suelen ser también los más caros. Por eso, hoy aprenderemos a hacer nuestras propias cortinas en colores degradados, fácil, rápido y en casa, sin gastar más que unas pocas monedas.
Para hacer estas cortinas elegiremos una tela más bien de tejidos naturales. Puedes usar lienzo, satén natural, gasas o sel tipo que prefieras, a partir de su color original (que ha de ser claro) y del estilo final que quieras lograr. Si bien este efecto que crearemos podría ser aplicado a telas más pesadas, como un terciopelo, lo cierto es que se apreciará mejor en telas vaporosas y livianas.
Como vimos, procura que el color original sea más bien claro, pues esto es lo que permitirá crear el degradado del color. También puedes hacer un degradado entre dos o más tonos, partiendo siempre de un género blanco o natural, para potenciar el aspecto final del trabajo.
En primer lugar necesitas las cortinas, todos los cortes que puedas, ya cosidos y con sus ganchos colocados, como si estuviesen listas para colgar. Es mejor hacer todas al mismo tiempo, para que el degradado sea parejo.
También necesitarás un balde de tamaño suficiente como para poder sumergir cómodamente todas las cortinas que vayas a realizar al mismo tiempo. Finalmente, usa agua caliente y anilinas para el tipo de tejido elegido, en el color que prefieras. Asegúrate de que sea anilina o tinte para la ropa soluble en agua y no en alcohol.
Para poner en práctica esta técnica necesitas un espacio abierto y cómodo (puedes hacerlo en el jardín, para evitar los enchastres) y suficiente tiempo y paciencia. Primero, sujeta todas las cortinas por sus ganchos de colgar, asegurándolas con ataduras o alfileres, para que no se muevan. Luego, mételas en la palangana aún vacía, asegurándote de tener suficiente espacio. Finalmente, coloca suficiente cantidad de agua caliente, disuelve la anilina o la tintura de telas, e introduce otra vez las cortinas sin llegar hasta arriba, sino a unos 30 o 40 cm desde los ganchos.
Ni bien metas las cortinas al líquido (te recomendamos usar guantes para proteger tus manos) comienza a levantarlas lentamente, de a dos o tres centímetros cada medio a un minuto. Tienes que hacer este proceso hasta llegar a la parte inferior de las cortinas, de modo que la tela vaya teniendo más exposición en sus partes inferiores. Mientras las vas retirando, puedes ir dejándola posada en el piso, sobre plásticos, o colgarla en un tendedero de ropa u otro objeto. Es importante que las dejes estiradas, en lo posible con los ganchos inclinados hacia arriba (es decir, ir retirándola verticalmente o en diagonal) para que la tela humedecida no se encime sobre sí misma y modifique el degradado que acabas de lograr.
Cuando finalices el trabajo, deja secar la tela al menos medio día, y luego enjuaga con agua fría y mucho cuidado (sin dejar la tela sumergida en el agua) para retirar los restos de la tintura. Deja secar a la perfección, y plancha en seco para fijar los colores. El resultado será paneles de cortinas con el mismo degradado, como en una producción industrializada, ¡pero en casa y con centavos de costo!