Las alfombras no sólo quedan muy elegantes sino que, además, dan calidez y personalidad al ambiente en que las colocamos. El problema es que, habiendo tanta variedad de tejidos, colores, precios y tipos de alfombra, se hace a veces difícil elegir la ideal. También debemos decidir qué es lo que queremos lograr: simplemente comodidad, sectorizar un ambiente, crear un centro focal, etc.
Si la alfombra es para un cuarto infantil, lo importante es que tenga tratamiento antimanchas, que sea antiestática, ignífuga e hipoalergénica. Por muy bonita y cálida que parezca una alfombra de pelo largo, no es la mejor para el bebé, mucho menos cuando comience a gatear. Una alfombra de pelo corto y fácil de limpiar es la ideal para este ambiente.
En la sala podemos dejar volar la imaginación, siempre que la alfombra elegida combine con el resto de la decoración (muebles y cortinas). Si deseamos destacar un rincón en particular, podemos poner una alfombra con un diseño importante, ya sea por lo original o por el colorido. De todos modos, si el ambiente es pequeño, no es conveniente poner colores oscuros ni diseños con grandes motivos, ya que lo harán aún más pequeño visualmente. La originalidad puede residir, simplemente en la forma. Hay alfombras de todos los formatos imaginables: rectangulares, cuadradas, circulares, octogonales, de bordes irregulares… También podemos usar dos alfombras pequeñas en dos sectores, para independizarlos visualmente, aunque es conveniente que combinen entre sí para que el ambiente quede armónico.
Si colocamos una alfombra debajo de la mesa del comedor, debe ser lo suficientemente amplia para que abarque también las sillas con comodidad, incluso al retirarlas para sentarnos. También de ser de pelo corto y de algún diseño o color que disimule posibles manchas.
En el dormitorio podemos optar por una carpeta de pared a pared, o por alfombras laterales, para los costados de la cama. Si tenemos un rincón especial, como un sillón de lectura, podemos colocar una alfombra de pelo largo en ese sector. Este tipo de alfombras es, en general, de un solo color, ya que lo que debe destacar es el pelo.
Los materiales posibles también son variados: lana pura, algodón, fibras vegetales (yute, coco, etc.), cuero, fibras sintéticas y hasta seda. Las posibilidades son casi infinitas. Todo depende del gusto, el objetivo, y el dinero que podemos gastar.