Versión para imprimir
Versión para imprimir del artículo Cómo elegir la vajilla . No incluye formatos especiales ni imágenes.
Lo primero que necesitamos saber es cómo está compuesto exactamente un juego de vajilla.
Principalmente, debe incluir un juego de platos: llanos, hondos, de sitio y de postre. Aunque podemos agregar algunos no tan clásicos, como el plato para pastas, el de ensalada y hasta uno para la mantequilla y el pan.
A la vez, un juego de tazas de calidad nunca puede faltar: de té, café, y para el consomé. La tendencia, no obstante, es tener menos elementos que sean para múltiples usos. Sin embargo, necesitaremos incluir fuentes, bandejas, salseras, y un lindo salero y pimentero.
A partir de esto, recomendamos detenernos seriamente a pensar en las ocasiones en las que usaremos nuestra vajilla. Es posible que lo mejor sea tener dos juegos: uno para ocasiones especiales y veladas importantes, y otro para uso diario. La primera, debe ser clásica ante todo, también sobria, fina y elegante.
Por otro lado, la vajilla de uso diario debe ser más bien sencilla y de un material fuerte, que resista los ajetreos habituales. En este caso, podemos formar un conjunto ecléctico, alegre y divertido, combinado piezas del mismo modelo, en distintos tonos de un mismo color, o colores complementarios del círculo cromático. O bien mezclar platos estampados, con accesorios lisos, dentro de la misma gama.
A la hora de hablar de los colores de la vajilla, los expertos opinan que así como los colores afectan nuestro estado de ánimo y humor, existen colores que aumentan el apetito y otros que lo disminuyen. De acuerdo a esto, debemos evitar el color azul en nuestra vajilla, mientras que, en contraposición, los tonos amarillos y cálidos ayudan a acentuar la percepción del buen sabor en los alimentos.
Por último, atender al material es una cuestión trascendental, ya que de este dependerá la vida útil de nuestra vajilla, así como el estilo y carácter que le queramos dar a la misma.
La Bone China, con un acabado de cuarzo y restos de caolín, se caracteriza por su color blanco traslúcido, y a pesar de aparentar delicadeza, se destaca por su resistencia.
El Gres se encuentra en tonos opacos y es recomendable para el uso diario debido a su solidez y durabilidad.
La Porcelana China, similar a la Bone China pero menos traslúcida, es fuerte y resiste a todo tipo de raspaduras.
La vajilla de Stoneware, hecha con arcilla más gruesa que la porcelana, se caracteriza por ser robusta, pesada y bastante opaca, y es apta para microondas y lavaplatos.
Por último, encontramos alternativas ecológicas como las vajillas fabricadas en madera o las de barro, que pueden ser satinadas con barniz, perfectas para ocasiones informales.
Recordemos que una mesa atractiva no sólo es ordenada, sino también debe reflejar nuestra personalidad y originalidad. Esto lo lograremos poniendo atención a cada detalle.
