Parece ser una constante que, cuanto más espacio tenemos en casa, más lo llenamos con objetos. Y pronto nos vuelve a faltar espacio.
La realidad es que muchas de las cosas que guardamos ya no son necesarias, o están mal acomodadas ocupando más lugar del que deberían. Cuando la casa está ordenada y hay pocos objetos dando vueltas, no sólo parece más grande, sino que resulta más confortable.
Vamos a ver algunos trucos para recuperar espacio perdido.
El primer paso puede ser el más doloroso: deshacernos de todo aquello que guardamos pero que realmente no tengan ninguna utilidad. Y comenzaremos por nuestro ropero. Si hay prendas y accesorios que no hemos usado por más de un año, es probable que ya no volvamos a usarlas nunca más. Si están en buen estado, podemos donarlas a alguna institución, o regalarlas a alguna persona que sabemos que lo necesita. La ropa de fuera de temporada se puede guardar en bolsas al vacío, y ocupará la mitad del lugar.
La ropa de cama que ya no usamos también se puede donar, aunque algunas cosas podremos reciclarlas: las sábanas blancas pueden ser teñidas y convertidas en cortinas, fundas para almohadones, o bolsos para compras.
Seguramente tendremos pequeños electrodomésticos que ya no funcionan y hemos guardado, simplemente, porque no sabemos qué hacer con ellos. Podemos llevarlos a centros especializados de reciclaje, ya que no se pueden mezclar con los deshechos comunes.
Si tenemos una cocina pequeña, es preferible que el refrigerador también sea pequeño, aunque signifique hacer las compras más seguido. El espacio ahorrado puede servirnos para poner alguna alacena o estantes para vajilla o alimentos no perecederos. Si no tenemos espacio para una mesa de desayuno o mesa de comedor, una mesa plegable o rebatible servirá de apoyo mientras no la necesitemos para comer, y sólo la abriremos cuando debamos usarla.
Todos los objetos decorativos que ya no usamos porque nos hemos cansado de verlos tienen dos destinos posibles: el reciclado, o la pila de desechos. Ocupan lugar y, salvo que tengan un significado sentimental, no tiene objeto ocupar cajas y espacio con ellos. Si son valiosos y, aún así, no los queremos, podemos intentar venderlos en casas de antigüedades.
Si el dormitorio es muy pequeño, o el apartamento tiene un solo ambiente, las camas rebatibles son una buena opción, ya que durante el día dejan espacio libre para la circulación.
El interior de las puertas de los placares es un buen lugar para colgar organizadores con bolsillos, y guardar cosas pequeñas que, de otro modo, ocuparían lugar en los cajones. Lo mismo podemos hacer detrás de la puerta del baño, si es pequeño y no tenemos espacios de guardado.