Si próximamente vas a remodelar la cocina, el baño o el dormitorio y necesitas hacer un cálculo de gastos, aquí tienes algunos consejos que te podrán hacer más sencilla la tarea.
Debes saber que en todo proyecto de remodelación o bricolaje surgen sorpresas o problemas que debes incluir en el presupuesto. Cómo comprar, cómo contratar y cómo ahorrar, son otros aspectos a tener en cuenta antes de comenzar a trabajar.
Analiza el presupuesto del que dispones y piensa en la suma exacta de dinero que quieres gastar en la remodelación total, en base a tus ingresos o a lo que estás dispuesto a invertir. Réstale un 15% de capital de riesgo (para solucionar problemas estructurales que puedan surgir) y anota la cantidad total para comenzar el cálculo de gastos.
Comienza por las reformas esenciales y haz un listado de materiales. A continuación, visita casas de insumos e investiga los precios de cada material en base a su calidad, practicidad y características, para elegir lo que te convenga en base a tus propósitos.
Nunca intentes ahorrar en los materiales para hacer una refacción utilizando menos cantidad base o de baja calidad, pues eso a la larga hará que debas invertir más dinero.
En cuanto tengas una idea general de precios, trabajos, contratistas, materiales y procedimientos, haz con los medios elegidos la planificación del proyecto al detalle.
Ten en cuenta que los proyectos sin planificación pormenorizada llevan más tiempo y resultan más caros.
Donde puedes ahorrar es en hacer tú algunos trabajos, como pintar, hacer un color personalizado en base a una paleta de colores, montar un piso prefabricado u otras tareas sencillas. No intentes hacer trabajos en los cuales te falta capacitación. En esos casos es preferible pagarle a una persona especializada que tener que hacer dos veces el trabajo.
Al contratar personal, pregunta las capacidades, costo y fecha de finalización del trabajo. Saca cuentas, compara y contrata.
Otra manera de ahorrar es adquiriendo productos y artefactos que ahorren energía o te permitan de algún modo ahorrar a largo plazo.
Opta por los materiales, accesorios y artefactos que no pasen de moda y sean de buena calidad. Te costarán un poco más, pero te asegurarás de no tener que refaccionar en mucho tiempo, o quizás nunca. Lo mismo debes hacer con los muebles y electrodomésticos que se utilicen diariamente en la casa.
Para ahorrar en este tipo de compras, puedes acudir frecuentemente a remates o ferias de oportunidades, donde podrás encontrar muebles u objetos antiguos que puedes restaurar.
Analiza todas las posibilidades hasta llegar al presupuesto fijado para cada artículo, compra y comienza a remodelar.