El decorado naturalista es algo más que la colocación de plantas en las habitaciones del hogar. Pero ese es un buen comienzo.
El estilo natural se define por el uso de colores neutros, pasteles, y de estampados en imitación de piedras, fibras, y texturas orgánicas. Los materiales privilegiados son las fibras y elementos naturales, como hilados de algodón, el mimbre, el ratán, la madera y las piedras, ya sean verídicas o en invitación.
Las formas deben inspirar lo libre, lo orgánico, y las energías circundantes. Para ello se apela a ubicaciones espaciales que privilegien la libre circulación, la colocación de elementos necesarios sin conglomerados de objetos llamativos, y la buena ventilación e iluminación.
En la decoración y ambientación naturalista se privilegia la luz natural, siempre que sea posible. Para ello se crean ventanales, tragaluces (bollas) y todo tipo de espacio que permita la circulación de la luz solar diurna. Por las noches, en cambio, se utiliza luz artificial siempre en tonos cálidos, blancos o amarillos, sin que resulten excesivas.
La decoración ambientalista utiliza cortinados livianos, en géneros de algodón u otros, libres de brillos. Una técnica utilizada para seleccionar los géneros de los cobertores es colocarlas frente a una corriente de aire: los privilegiados son los que vuelan armoniosamente con las brisas suaves, fomentando la percepción de libertad.
Las plantas son infaltables en la decoración natural. Las artificiales, aunque mal apreciadas, pueden fomentar las ambientaciones en espacios cerrados o en climas extremos.
En este estilo decorativo, el jardín es una de las habitaciones más importantes del hogar. Su cuidado debe ser constante, y sus contenidos muy variados y surtidos entre árboles, arbustos, plantas y flores. También se deben colocar muebles de jardín y de exteriores, para el disfrute de este espacio.
En el interior se vale de la colocación de macetas, jardineras y canteros. No deben faltar plantas en ningún ambiente del hogar, incluyendo también flores frescas en floreros. También se verán reflejadas en los objetos decorativos, tanto en su color como en sus formas.
La paleta cromática, como vimos, es en colores neutros y pasteles. Puedes combinar el blanco con toques de amarillos, verdes, naranjas tenues y hasta azules suaves. Los estampados debe reflejar formas orgánicas, siendo ideales los tapizados con flores y hojas, por citar un ejemplo.
En cuanto a los objetos decorativos, procura colocar piezas de arte que reflejen la naturaleza. Cuadros o pinturas de flores, paisajes de mar o de campo, y elementos de materiales orgánicos como las tallas de madera, los muebles de mimbre y las decoraciones de bambú son ideales para lograr este estilo decorativo. También puedes utilizar ladrillos y piedras naturales en virtualmente cualquier superficie, aunque sin abusar de este recurso.