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Versión para imprimir del artículo El estilo inglés en la decoración. No incluye formatos especiales ni imágenes.
El estilo inglés en la decoración se caracteriza por su clasicismo. Si amas lo clásico, la elegancia y la sobriedad, este es, definitivamente, un estilo que te encantará.
Comencemos por la paleta de colores. En el estilo inglés abunda la madera, así que los colores para la decoración son los de la naturaleza: marrón en diferentes matices, gris, verde oliva, verde “inglés”, combinados con melocotón, rosa, negro y blanco.
Los muebles típicos del estilo inglés son los de caoba, estilo Chester (tapizados en cuero, con tachas), pero en el estilo inglés contemporáneo estos muebles han dejado paso a otros en madera más clara, de líneas más ligeras, y tapicería de tela. De todos modos, en la decoración de la sala de estar no pueden faltar un sofá, varias butacas amplias, mesas de apoyo, y una biblioteca de líneas clásicas. Las vitrinas con puerta de cristal también son un detalle de este estilo, especialmente si exhiben vajilla de porcelana inglesa isabelina. Recuerda que en el mobiliario deben predominar las líneas curvas.
Para la iluminación, los candelabros y las arañas son indispensables. Nuevamente (y a menos que hayas optado por el estilo inglés clásico), las pesadas arañas de cristal pueden ser reemplazadas por diseños más modernos, pero si tienen caireles, mucho mejor. Las lámparas auxiliares de base dorada, decoradas con volutas o motivos de la naturaleza, y pantalla de tela, completarán la iluminación.
Los estampados de flores son tradicionales en el estilo inglés, así que puedes usar telas con este diseño en las cortinas y almohadones, o en el papel tapiz para las paredes. Elige una de las opciones: o las paredes o las telas, porque si todo tiene flores terminará resultando recargado.
Los detalles decorativos infaltables para el estilo inglés son los almohadones con estampados de flores, o bordados en punto cruz; los globos terráqueos; los cuadros con escenas de la naturaleza o de cacería, con marco de madera; los grandes jarrones de cristal con flores naturales; los tableros de ajedrez; los mapas antiguos; los platos colgados en las paredes.
Para terminar, una alfombra persa o de la India dará el toque final a esta ambientación clásica, que se puede adaptar a ambientes de todos los tamaños.
