Cuando un baño es pequeño, nada podemos hacer para ampliarlo sin entrar en soluciones radicales, como cambiar la bañera por una ducha, por ejemplo (lo que ya implicaría una remodelación). Pero podemos hacer que el baño luzca más grande con algunos trucos sencillos: pintura (o revestimiento), luz y accesorios.
Sabemos que los colores claros hacen que los ambientes luzcan más grandes. Si el revestimiento de tu baño es oscuro, no necesitas cambiarlo por uno más claro: existen revestimientos vinílicos adhesivos, que vienen en hojas o planchas, y se pueden colocar sobre cualquier superficie. Son resistentes a la humedad, se limpian fácilmente, y hasta pueden usarse en el piso. Vienen con estampados varios o imitando materiales naturales. Recuerda que, cuanto más liso, mejor: las guardas y revestimientos con diseños achican visualmente el espacio. Y trata de que el piso y las paredes tengan el mismo tono.
Si la iluminación es natural, mucho mejor. Pero si el baño es interno, o tiene poca luz, colocaremos dos tipos de iluminación: una general, tenue, y otra más intensa, que ubicaremos sobre el espejo o a los costados del mismo.
Un mueble bajo el lavabo servirá para guardar toallas y artículos de tocador. Si no puedes ubicarlo bajo el lavabo, puedes elegir un rincón o espacio desaprovechado (quizás detrás de la puerta). Hay muebles con puertas corredizas, o apertura vertical, que no necesitan demasiado lugar.
Los espejos siempre agrandan. Si puedes poner un gran espejo en la pared, dará sensación de amplitud. Las luces a los costados, como te decíamos, crearán un ambiente muy teatral. Si no tienes la posibilidad de poner luces sobre el espejo, puedes elegir un marco llamativo y en color contrastante: será el punto focal del baño.
Reemplazar la cortina de baño por un mamparo crea un ambiente más “prolijo” y nítido. La última tendencia son los mamparos transparentes. Si no quieres o no puedes hacerlo, una cortina dentro de la misma gama de color que las paredes unificará el ambiente. Y si las toallas son al tono, mucho mejor.
Dentro de lo posible, deberíamos tener la menor cantidad de cosas a la vista: toallas colgadas, alfombras, cestos para ropa… todo resta espacio. Sólo dispondremos un sostén para una o dos toallas, lo mínimo indispensable. Los accesorios deberían ser pequeños, para no estorbar ni dar la sensación de estar desproporcionados.
Para la bañera, las bandejas de apoyo para jabón, shampoo, sales, etc., son buena solución si no tienes donde poner todos esos elementos. Basta correrla hacia un extremo para que no moleste al ducharnos, y siempre tendremos todo a mano.