Si necesitamos montar una oficina para trabajar en nuestro hogar, pero no tenemos espacio suficiente, ni contamos con una habitación de sobra, una solución creativa puede ser transformar un armario en un pequeño despacho.
La mayoría de los armarios no los utilizamos en todo su potencial, por lo que, si decidimos transformar uno en una oficina, podremos resolver nuestro inconveniente de espacio y ayudarnos a mantenernos organizados y funcionales. Prestemos atención a un par de sencillas sugerencias, que nos ayudaran a sacar provecho de esta situación.
En primer lugar, deberemos establecer propiedades, ya que debemos otorgarle funcionalidad a un espacio pequeño. Será primordial que definamos qué elementos de nuestra oficina son esenciales, y cuáles son sólo decorativos y ocupan espacio innecesariamente. Asimismo, debemos organizar nuestros archivos y elementos de oficina en contenedores de almacenamiento, para lograr que nuestro espacio de trabajo esté ordenado.
En segundo lugar, es conveniente optar por un armario que sea lo suficientemente amplio para nuestras necesidades. Luego, procederemos a quitar las puertas del mismo para contar con más espacio. En caso de querer ocultarlo ocasionalmente, podemos colocarle cortinas decorativas.
Para el equipamiento de nuestro armario-oficina, lo más aconsejable es pensar en vertical y utilizar el espacio que éste nos provee, colocando estantes de arriba abajo. Podemos utilizar viejas estanterías que conservemos en algún sitio de nuestro hogar ,o encargar tablas a medida, de aproximadamente 2 cm de grosor, y recurrir a un carpintero para su colocación. Allí podremos colocar papeles, carpetas, cajas, archivadores y hasta una impresora.
Otra opción es colgar cestas de la varilla de nuestro clóset para poder almacenar nuestros elementos de trabajo, como lápices, bolígrafos, papeles, cinta adhesiva, etc. Así, conseguiremos organizar nuestros materiales de oficina y evitar desparramarlos sobre el escritorio, mientras los tenemos a mano a la hora de utilizarlos.
Para que este espacio sea un placer y una inspiración, debemos poner énfasis en la decoración del mismo. Podemos pintar las paredes del interior del armario de algún color que nos guste o colocar un divertido papel tapiz. Además, como a la hora de decorar todo vale, podemos utilizar fotos coloridas de nuestros seres queridos para personalizar nuestro espacio y lograr que las paredes cobren vida.
Otra alternativa es instalar un corcho u organizador de pared en el que adosemos papeles, posts-its o fotografías, o bien decorar y revestir la madera de nuestro escritorio con pintura, un mantel o papeles autoadhesivos.
Por último, como estamos hablando de nuestro espacio de trabajo, es necesario que dispongamos de todas las comodidades que podríamos tener en una oficina. Debemos garantizar que la altura de nuestro escritorio, nuestro asiento y nuestro ordenador sean ideales y nos ofrezcan comodidad. Podemos ayudarnos con asientos ergonómicos o cojines en nuestra espalda para lograr un espacio agradable y, a la vez, muy confortable.