Muchas veces nos encanta la idea de tener un bello jardín, pero sabemos que no contamos con el tiempo para mantenerlo en perfecto estado. Esto no es un problema, ya que podemos crear un jardín de bajo mantenimiento, y que luzca de película.
Siempre comenzaremos delimitando sectores, lo que ayudará a que nuestro jardín se vea prolijo. Pero lo que cambiará será el tipo de especies vegetales que utilizaremos, y la forma de disponerlos.
Tener un buen césped da mucho trabajo: se requieren cortes y riego constantes para que esté mullido y verde. Si no tenemos tiempo para darle tanta atención al jardín, lo mejor es reemplazar el césped por las llamadas plantas tapizantes, que crean una alfombra: no hay que cortarlas seguido, no requieren de riego en exceso y evitan casi por completo la aparición de malas hierbas. Recordemos, de todos modos, que las tapizantes no resisten el pisoteo como lo hace el césped.
En las zonas de poco tránsito, si no hay caminos, podemos usar dichondra repens, una de las tapizantes más resistentes. En sitios en los que no pisaremos podemos poner plantas crasas como uña de gato, mesembriantemo, lamprantus, etc. que, además, en verano tienen flores.
Podemos tener una fuente económica, de bajo mantenimiento y del tamaño que nos plazca, con el mismo sistema con que se crean las piscinas naturales. Basta con hacer un hueco en la tierra del tamaño deseado, tapizar el fondo con film plástico negro de buen espesor (para evitar filtraciones), y sujetarlo firmemente en los bordes con piedras, evitando que caiga tierra dentro. Podemos poner plantas acuáticas, como si fuera un pequeño estanque. Para el filtrado del agua, lo más sencillo es usar una pequeña bomba como las de las fuentes zen.
Las plantas y flores podemos colocarlas en canteros elevados, ánforas o macetones, que dispondremos formando conjuntos o rincones. Si queremos un cantero al ras del piso, podemos delimitarlo con piedras: queda muy bonito, evitará que la tierra se disperse y no necesitamos poner un cerco. Evitaremos los árboles de hojas caducas y, en lo posible, elegiremos plantas perennes, incluso las florales (¡hay muchísimas!).
Si queremos una zona de descanso en el jardín sin mucho mantenimiento, una pérgola con cañas nos dará sombra y evitaremos la caída de hojas en invierno, cosa que sí sucederá si la cubrimos con plantas trepadoras. Elegiremos muebles resistentes a la lluvia.
También podemos tener un arenero para los niños. Lo ideal es pavimentar una zona del jardín con baldosas o lajas, y dejar un hueco que rellenaremos con arena. Cuando los niños crezcan, podemos convertirlo en un cantero.
Con estas ideas, ya puedes disfrutar de tu jardín y olvidarte del trabajo.