La hidroponía es un sistema de cultivo que no necesita tierra, sólo agua y nutrientes para que las raíces se desarrollen y las plantas crezcan. Con este sistema podemos cultivar tanto plantas ornamentales como plantas de huerta, y se puede implementar con diversos niveles de complejidad, dependiendo del espacio que tengamos. Además, por sus características, este sistema permite aumentar la cantidad de cosechas anuales de las plantas que sirven como alimento.
Para comenzar a familiarizarnos con esta técnica de cultivo, podemos empezar por algo pequeño, como un cubo, siempre que sea opaco, al que haremos un orificio en la base, para facilitar el cambio del agua cuando haya que hacerlo.
Aunque lo mejor es usar agua de lluvia, podemos usar agua corriente, siempre que la acidez (pH) esté entre 6.5 y 9.5. Si está por encima o por debajo de esos niveles debemos corregirlo. También necesitaremos una pequeña bomba aireadora, como las que se usan para los acuarios, para oxigenar el agua. Es importante colocar el recipiente en un sitio en el que reciba abundante luz solar, durante la mayor cantidad posible de horas diarias.
Cubriremos el interior del recipiente con un plástico y en el fondo pondremos un sustrato, que ayudará a que la planta eche raíces. Puede ser gravilla, arena, aserrín de madera, piedra pómez, cascarilla de arroz, etc. Sobre el sustrato pondremos una madera de las mismas dimensiones que el recipiente (debe cubrir todo el fondo) con orificios por los que puedan salir las raíces y aferrarse al sustrato.
Al agua se debe agregar una solución de nutrientes cada dos o tres días, que son los que ayudarán a que la planta prospere. Los elementos habituales de esta solución son azufre, manganeso, calcio, boro, cobre, carbono, fósforo, zinc, magnesio y potasio. En las casas especializadas conseguiremos esta mezcla ya preparada, en las proporciones correctas.
La bomba aireadora debe ser puesta a funcionar cada 3 o 4 horas, por lo que, lo ideal, es contar con un temporizador. El agua la cambiaremos cada 30 días, en la primera etapa, y luego cada 15 días. Esa agua con nutrientes podemos usarla para regar otras plantas, que sin duda, se verán beneficiadas.
El cultivo hidropónico, si bien nos es complicado, requiere tener bajo control las condiciones de humedad, iluminación, oxigenación y nutrientes, tanto para que las plantas crezcan bien, como para evitar carencias y enfermedades en los cultivos.