Como ya hemos visto, el jardín vertical de paneles es una muy buena solución cuando no tenemos jardín, y sólo contamos con una terraza o, simplemente, un balcón. Incluso podemos tener un jardín en el interior de casa.
Pero el muro verde no es la única opción cuando en la única dirección que podemos ir con nuestras plantas es hacia arriba. Esta es otra idea más que sencilla para tener muchas plantas en poco espacio. Se trata de las macetas verticales.
Las macetas verticales son súper fáciles de hacer. Los materiales son variados: podemos usar los tubos que se usan para instalaciones de agua, tubos de cartón (reforzados o forrados), tubos de aluminio, vasijas o bidones de plástico… todo sirve.
Para este tipo de proyectos, la única limitación en el material es que no presente dificultades para perforar, y sea resistente a la intemperie si lo ponemos en el exterior.
El siguiente paso es hacer perforaciones en la pared del tubo o envase que estemos usando, no muy grandes, para que la tierra no se disperse, y tampoco muy juntos, para que las plantas tengan espacio para crecer. Luego, llenaremos con tierra y compactaremos lo suficiente como para que la tierra no quede demasiado floja, y regaremos para que termine de asentarse. Podemos dejar en reposo un día, para asegurarnos de que no se compactará demasiado una vez que plantemos.
El último paso es sencillo. Con ayuda de un quita-hierbas (la herramienta de jardín que parece un tenedor de dos puntas), plantamos de afuera hacia dentro las plantas elegidas, cuidadando de no lastimar las raíces. Es decir que las plantas no estarán dentro de la maceta, sino fuera de ella. De este modo, en una sola maceta podemos tener muchísimas plantas en lugar de una.
Elegiremos especies que no tengan gran desarrollo: violetas, pensamientos, orquídeas, petunias, prímulas, lazos, etc. Este sistema resulta ideal para las fresas, tomates cherry, hierbas aromáticas, pimientos, y hortalizas y vegetales baby, como zanahorias, remolachas, lechugas, espinacas, etc.
Si tenemos cómo colgar estos recipientes, también podemos hacer el mismo procedimiento en la base, sólo que deberemos asegurar la tierra alrededor del tallo de la planta, para que no se salga al regar. Basta con poner un aro de esponja, por ejemplo, bien sujeto a presión.