Al llegar el tiempo cálido, nuestro jardín vuelve a la vida, y es una pena no disfrutarlo a pleno. Pero para eso debemos hacer algún trabajo previo, poniéndolo en el mejor estado posible.
Poner flores en los canteros y cortar el pasto no es el único modo de tener un jardín bello. Podemos imaginar nuevas formas para exhibir plantas especiales, reutilizando elementos en desuso que tengamos en casa.
Una vieja carretilla, o incluso un carrito de nuestros hijos cuando eran pequeños con una nueva pintura, puede ser un perfecto contenedor para macetas con flores. Viejas sillas de jardín de hierro, o alguna reja, también se pueden cubrir con hiedra, jazmines o rosales trepadores. Los bordes de los canteros pueden asegurarse con piedras de distinto tamaño que hayas encontrado. O con botellas de vidrio, semi-enterradas.
Muchos objetos cotidianos (como envases de productos de limpieza, embudos, cubetas) pueden ser usados como macetas para plantas aromáticas, para colgar de alguna estructura de madera o metal, previo embellecimiento con algo de pintura.
A todo tipo de envases, plásticos o metálicos de buen tamaño, los transformaremos en comederos para pájaros. Sólo hay que asegurarse de que el alimento quede protegido de la lluvia, agregando una pequeña cubierta.
Las flores de colores brillantes atraen abejas y mariposas. Asegúrate de que haya varios macizos florales distribuidos por el jardín.
Objetos curiosos que encontrarás en la calle pueden transformarse en esculturas decorativas para tu jardín: ruedas de bicicletas, partes de un enrejado, toneles de plástico (acondicionados y reciclados, claro), troncos, lámparas antiguas y hasta viejos juguetes. Lo único que necesitas es pintura y algo de imaginación, para transformar objetos cotidianos en obras de arte. Y tendrás tu propio jardín de esculturas.
Si tienes una pared que crees que necesita color, crea un mural, con un tema y colores que armonicen con el ambiente.
Un toldo improvisado proveerá un espacio especial para descansar, u organizar una cena en el jardín. Consigue 4 o más varas de bambú o caña, todas de la misma altura, y clávalas en la tierra formando un rectángulo. Luego, extiende sobre las cañas formando un techo. Para sostener la tela a las cañas, usa pequeños trozos de alambre que la traspasen y se enrosquen en las cañas.
Esta tienda campestre te permitirá tener sombra en el jardín para tomar un refresco y hasta organizar una comida al aire libre.
