Si tienes alguna habitación de tu casa con papel de pared, seguramente tienes algunos trozos sobrantes. Ya sean los recortes superiores e inferiores o planchas que hayan quedado de sobra en tu decorado, aquí te proponemos maneras efectivas y simples de aprovecharlas en las más diversas superficies del hogar.
Cuando aplicas el papel de pared o empapelado sueles colocarlo boca abajo (con el patrón a lucir hacia abajo) sobre una mesa de trabajo o superficie plana, para encolarlo con dedicación y luego colocarlo en la pared. Puedes conservar los recortes (de ventanas, marcos, puertas, detalles de pared, recortes superiores, todos) dejándolos secar con la cola hacia arriba, para que no se adhiera a otra superficie o elemento.
Si notas que el pegamento pudiera endurecer los recortes, puedes retirar la cola fresca con una espátula delgada o con un paño húmedo, raspando con cuidado. Luego, deja también secar la humedad, si puedes toda la noche.
Conserva todos los recortes de papel separándolos unos de otros con film o papel de seda blanco, dentro de una carpeta o planchas de cartón para que no sufra pliegues. En el caso de las planchas sobrantes, simplemente consérvalas en sus rollos cubiertos por el plástico de protección, lejos de la luz y al abrigo de los cambios de clima pronunciados.
Puedes aprovechar los recortes pequeños para recubrir los espacios reducidos de los cajones, tanto de herramientas, como de elementos, utensilios o de la ropa. Esto los protegerá de las astillas de la madera, y también a la madera de los rayones en cajones y estantes producto del movimiento.
Puedes remozar una bandeja de servir colocando recortes enteros o combinados de papel tapiz, y cubriéndolos luego con un trozo de vidrio o con resina preacelerada incolora. Simplemente coloca los recortes, con cola si quieres fijarlos, y ubica el vidrio encastrándolo. Otra opción es verter la resina preacelerada con 5% a 7% de catalizador, para un brillo y resistencia inigualables.
Una manera muy agradable de recuperar un viejo mueble es forrarlo o cubrirlo con planchas de papel de pared. Puedes aplicarlo en toda la superficie o, por ejemplo, en los frentes de los cajones de una cómoda o cajonera, para un aspecto mucho más llamativo.
Finalmente, las paredes no quedan exentas de esta propuesta. Si el papel que tienes no alcanza para cubrir toda la pared en el mismo color o estilo, aprovecha papeles contrastantes colocándolos en franjas horizontales o verticales, o en el diseño que prefieras, usando planchas de dos o más colores o estilos para un acabado ejemplar.
En lo posible, utiliza papeles de pared del mismo grosor o estilo general, aunque puedes aprovechar para lograr tu estilo personal aplicando, por ejemplo, franjas de un color plano claro con franjas de un papel texturado de un color llamativo, o de colores similares pero diversas texturas. Puedes conseguir planchas sobrantes en tiendas de construcción y decoración que los ofrezcan, a precios reducidos, o bien pedir a tus amistades los recortes y sobrantes que tengan en casa.
