Para lograr esta renovación del papel de pared sin retirarlo, utilizaremos productos o apliques tridimensionales. Estos son elementos que se amuran o adhieren, para lograr diferentes efectos de decoración.
En lo que respecta a los productos, hay papeles de terminaciones gomosas (como los de pared texturados) que permiten la colocación de ceras en pasta. Esto reanimará sus colores y les aportará un brillo inigualable. Puedes usar ceras en pasta de colores para modificar el tono del papel tapiz.
En el caso de papeles texturados de patrones, otra opción es usar pintura de látex aplicada con rodillo o soplete, preferentemente. Podrás conservar la bella textura del papel de pared y de las guardas, pero modificando su color hacia el que prefieras.
Finalmente, las pinturas en aerosol también te permitirán modificar la apariencia de tu papel de pared sin retirarlo.
Aquí tu imaginación es el límite. Puedes usar virtualmente cualquier elemento como aplique de pared. Si bien los marcos de fotografías, láminas y otros son los grandes elegidos, queremos aportar un poco más de originalidad a la habitación. Por eso, elegimos piezas de cartón forrado, de yeso o de madera con formas poco tradicionales, como arcos, figuras y demás. Luego, puedes adherir estas piezas (pintadas lisas en un color contrastante al de la pared) con pegamento multipropósitos para la construcción, o montar tarugos y perforar la pared, encastrándolos en su sitio.
Asegúrate de que se trate de piezas livianas, para que no se desprendan fácilmente. Si lo prefieres, puedes darles cierta profundidad y aprovecharlas como estanterías delgadas y hasta como percheros de pared que, en algún momento, puedes despejar para dar más orden y belleza a la habitación.