Las leyes del milenario arte del Feng Shui nos hablan de priorizar la luz natural, y de reflejar las energías por medio de velas y otros componentes del elemento Fuego cuando fuese necesaria. Y claro, no podría ser de otro modo, pues en los albores de este arte tan específico no existían los sistemas de luz artificial.
Así, los maestros y conocedores de nuestra actualidad, en lo que respecta al milenario arte del Feng Shui, han propuesto los designios relativos a la correcta iluminación para los modernos tiempos en los que vivimos.
Si tu hogar no recibe suficiente luz solar, debes reacomodar tus artefactos eléctricos, de modo de permitir la circulación de las buenas energías. Pero también debes hacerlo de un modo que conviva con las frecuencias de onda y las vibraciones electromagnéticas que inundan nuestro aire a través de las telecomunicaciones.
Según el Fen Shui, el ambiente óptimo debe ser amplio, luminoso, armonioso y silencioso. Para lograrlo en ambientes cerrados, procura eliminar los muebles y elementos que se noten de sobra y que obstaculicen el paso. Conserva sólo las piezas decorativas que evoquen buenos recuerdos, y los muebles confortables de uso cotidiano.
Elige pinturas de colores claros para las paredes y techos, y también materiales de colores claros para pisos. De este modo, permitirás una mejor circulación de la luz y de las energías por la habitación. Los colores preferidos para este arte milenario serán los tonos en amarillos, ocres y rojos, además de los rosados.
Los muebles también deben ser de tonos neutros y claros, para ahuyentar las oscuridades y atraer la luz armonizadora, ya sea natural o artificial. Las maderas, los mimbres y las fibras naturales no han de faltar, reemplazando a los metales y los plásticos, u otros elementos sintéticos y artificiales carentes de energía vital.
Si en el hogar hubiese una ventana, cual fuera, debes evitar taparla con cortinas. Permite que la luz ingrese por ella, e incluso acompáñala con colores claros en sus marcos. Es muy importante la iluminación en las habitaciones, renovando energías y permitiendo su circulación: utiliza luces artificiales carentes de ruidos molestos o perceptibles, y acompaña con colores claros en las paredes, en los muebles, y también en las sábanas y cobertores, para favorecer que la energía de la luz artificial circule por tu lugar de descanso.
Por cuestiones de ahorro, recomendamos apagar las luces al abandonar una habitación. Sin embargo, en los designios del Feng Shui los hogares no han de permanecer a oscuras. Por ello, te recomendamos el uso de colores claros en donde sea posible, y la colocación de plantas y flores vivas para complementar la carencia de luz natural en tu hogar urbano.
