La decoración de las habitaciones de los niños y de los ambientes donde ellos se encuentran durante la mayor parte del día, debe pensarse en base a su comodidad. Si bien la decoración para niños puede armonizarse al estilo que predomina en la casa, es fundamental adecuar y rediseñar el espacio a una altura proporcionada con la de los más pequeños. De esta forma, el niño se sentirá a sus anchas, el objeto utilitario será para su disfrute, y para proveerle comodidad y seguridad.
Las tendencias actuales prestan muchísima atención al confort y fundamentalmente a la practicidad en los dormitorios de los niños. El acceso a sus camas debe estar a una altura apropiada para que el niño pueda subir y bajar de ella sin necesidad de la ayuda de un adulto, consiguiendo de esta forma avances en su independencia.
Todos los niños necesitan sentarse cómodamente, como lo hacen sus mayores, en posiciones descansadas y especialmente con los pies en el suelo. Es imprescindible que tengan en su dormitorio una mesa y varias sillas que le permitan, a ellos y a los amiguitos que frecuentemente los visitan, encontrarse en un ambiente ajustado a sus propias dimensiones.
¡Qué más pueden pedir los peques de la casa que disponer de espejos que los reflejen de cuerpo entero! En la instalación de estos objetos sólo deberemos priorizar el hecho que no seremos nosotros, los adultos, los que los usaremos, sino que serán los niños los que los utilicen para descubrirse, jugar y disfrutar de su propio ambiente.
Los más chicos de la casa deberían tener al alcance de sus manos todos sus juguetes, y lo más práctico y sencillo son los baúles o cajones debajo de sus camas.
Los percheros para sus abrigos y las estanterías para el resto de sus ropas deben ser de fácil acceso. Esto facilita la enseñanza de los hábitos de orden y limpieza que deben adquirir en el proceso de aprendizaje. Es mucho menos problemático para cualquier niño ordenar su vestimenta y guardar todas sus cosas si todo se encuentra a su propia altura; definitivamente realizará las tareas sin esfuerzos y seguro que le resultará mucho más divertido.
La decoración de nuestro hogar está personalizada de acuerdo a nuestros propios gustos y preferencias, y los peques de la casa pueden encontrar las mismas satisfacciones, y aunque no lo aprecien con nuestro propio sentido estético, sí se notará la diferencia en sus comportamientos cuando se percaten que la decoración de su casa también está dirigida a ellos y que son contempladas todas sus necesidades.
De esta forma, la decoración infantil tiene muchos puntos en común con las habilidades que podrá desarrollar el niño, con su independencia, su seguridad, su sentido de pertenencia al hogar y su propia felicidad.