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Versión para imprimir del artículo Cómo elegir la Tela para Tapicería según el uso. No incluye formatos especiales ni imágenes.
A la hora de elegir la tela para tapizar, tendremos en cuenta para qué la usaremos. Si es para un sillón de la sala, por ejemplo, buscaremos una tela resistente, que pueda soportar un uso intensivo durante largo tiempo (no queremos tener que re-tapizar el sillón una vez al año).
Si en la casa hay niños, sería conveniente una tela con tratamiento anti-manchas y, aún así, de un estampado que disimule la suciedad o el desgaste. También tendremos en cuenta el color, si es que debemos combinar con otros sillones o butacas ya tapizados.
Hay varias telas que podemos usar para tapizar sillones y sillas. Si lo que buscamos es elegancia y sofisticación, podemos optar por el brocado, una tela de tapicería resistente pero vistosa, con bordado en relieve, y algo de brillo. En la actualidad, los hilos de oro y plata que se usaban antiguamente para el bordado han sido reemplazados por hilos sintéticos.
El damasco es similar en cuanto al brillo, pero no tiene relieve. Puede estar tejido en seda o algodón.
El chintz es otra tela de aspecto lujoso, con una cara brillante. Por lo general, está hilado en algodón fino. Puede ser estampado o liso. No es aconsejable para uso intensivo, ya que el brillo se va perdiendo con el uso y las limpiezas.
Pero si tenemos una sala “viva”, en la que la familia se reúne con frecuencia, y que se usa diariamente, seguramente necesitaremos otro tipo de telas, no sólo más resistentes, sino más “amigables" que inviten a sentarse.
El
cuero ecológico es una de las estrellas del momento: es resistente a las
manchas y el desgaste, más económico que otros tapizados, y viene en increíble
variedad de colores.
La loneta, el corderoy sintético, el drill, la tradicional
cretona, el Jacquard, nos darán excelentes resultados. Son telas tejidas con algodón grueso, lo que
las hace muy resistentes. Vienen en multitud de colores, lisos y estampados, y
no se desgastan fácilmente.
Por último: el estilo del mueble también es determinante: un corderoy estampado puede no quedar muy bien en un sillón Luis XV, a menos que éste sillón sea la única pieza clásica en un ambiente súper moderno. En ese caso, esta tela de tapizado servirá para unificar y armonizar los estilos decorativos.
