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Versión para imprimir del artículo Feng Shui para la habitación. No incluye formatos especiales ni imágenes.
El Feng Shui significa, literalmente, mente y agua, y es un milenario arte-ciencia que se basa en el flujo de las energías que nos rodean, derivándolas y dirigiéndolas a nuestro favor. Entre estas energías, la llamada Qi o Chi es un flujo positivo que usamos para nuestro provecho, haciéndola circular y abundar en cada área del hogar. Y, por otro lado, la habitación es una zona de casa a la que debemos prestar especial atención en lo que respecta a nuestro beneficio en relación al flujo de energías, haciendo que las positivas permanezcan y las negativas sigan su camino, sin estancarse.
Para la práctica o puesta en marcha de las técnicas del Feng Shui, se dice, hay cinco principios básicos:
1. Lograr abrir la mente a nuevas experiencias y divertirse a cada paso,
2. Tener muy clara la intención de cada tarea que realicemos,
3. Deshacernos de todo aquello que no usemos, que no nos sirva para un propósito, que no nos guste, preferentemente otorgándoselo a otra persona,
4. Ordenar y limpiar el hogar, y mantenerlo así,
5. Ir haciendo los ajustes y cambios gradual y lentamente
Cada uno de estos pasos, luego, se abre en otros, pero explican lo fundamental: ir de a poco, adaptándonos a los cambios, en un ambiente limpio y ordenado, manteniendo en mente el objetivo de invitar a la energía positiva a quedarse, y a la negativa a seguir su camino, libremente, sin estancarse en nuestro hogar.
La habitación es una de las zonas del hogar que más necesita del Feng Shui y de los provechos del Qi. Para lograrlo, comenzamos entonces con los pasos en orden sucesivo: primero abrimos la mente y nos llamamos a la calma, luego nos mentalizamos en este objetivo de bienestar que buscamos. A continuación, abrimos cajones, roperos y todo espacio oculto y sacamos todo su contenido, para clasificarlo en lo que conservaremos y lo que obsequiaremos, luego, volvemos a ordenar y limpiamos a la perfección, tomándonos nuestro tiempo para hacerlo, sin prisas ni apuros.
Hay reglas básicas del Feng Shui para habitaciones: que no debe haber espejos ubicados directamente en frente de puerta y ventanas, que la cama no quede en línea recta desde la puerta, que haya la menor cantidad posible de elementos punzantes o angulosos, que los rincones y esquinas de las paredes queden cubiertos por elementos naturales. También debemos perseguir otros objetivos menores: la habitación, según el Feng Shui, debe responder a la calidez y comodidad deseada por la o las personas que la ocupen, y no a un conjunto de reglas estrictas.
El Feng Shui describe el acomodo de los contenidos de las habitaciones como “en busca de lograr calidez, comodidad, y también intimidad, sensualidad y descanso”. La habitación debe buscar la serenidad, en formas redondeadas, colores claros y luminosos, con iluminación natural por el día y tenue por la noche (prefiriendo el uso de velas), y libre de artefactos eléctricos que interrumpan el descanso y el libre flujo de la energía. No deben faltar los elementos que apunten a la comodidad: un cabecero de cama sólido, dos mesas de noche, una cómoda con un taburete, y una zona de asiento.
Recuerda que los materiales deben complementarse unos con otros, prefiriendo las fibras naturales, maderas, piedras y elementos orgánicos para lograr una mejor serenidad en este ambiente del hogar. Entre los colores, los claros y pasteles son los mejores, optando por los verdes, azules (ambos claros), off White o blancos sucios, cremas, naturales, huesos, rosas, lavandas y beiges.
