Un jardín interior o jardín de invierno se puede hacer en cualquier ambiente de la casa, siempre que éste sea acondicionado debidamente y tenga la suficiente luz que necesitan tus plantas. Pero ¿cómo se construye un jardín de invierno?
Antes que nada, debes elegir una zona de la casa en donde la iluminación sea adecuada; es necesario que tenga luz directa para el desarrollo de las plantas que lo van a integrar y es lo más importante, pues el jardín de invierno puede construirse en cualquier lugar de la casa siempre y cuando el espacio sea acondicionado adecuadamente.
Una solución práctica para hacer un jardín interior es colocar dentro del espacio, o cantero interior, un material impermeable o nylon grueso que no permita filtraciones, es decir, que el agua del riego no salga del espacio destinado al jardín y perjudique el suelo y/o las paredes de la casa. También es posible, en lugar de colocar nylon, pintar toda la superficie interior del
cantero con alguna pintura acrílica de las utilizadas para impermeabilización de azoteas, pues su capacidad de elongación no permite que las raíces de las plantas hagan fisuras.
La mejor opción, si bien no es la más práctica, es colocar una membrana asfáltica, pues su propia composición con asfalto y lámina metalizada definitivamente no permitirán las filtraciones.
Para hacer los canteros interiores debes realizar una “caja” o “marco” de ladrillos u otro material pétreo, del tipo del “bloque” o el “ticholo” con su respectivo mortero de unión, lo que conseguirá la resistencia necesaria a las fuerzas que ejercerán las raíces, por un lado, y la propia tierra por otro, pues a medida que pase el tiempo el suelo se irá compactando cada vez más presionando sobre las paredes del cantero.
La solución más práctica es colocar grandes maceteros con las plantas y un desagüe conveniente, o pequeñas macetas con platos que no dañen el piso del ambiente.
Un truco para lograr que el jardín interior se vea hermoso y las plantas crezcan sanas y fuertes, es colocar las macetas o los canteros cerca de alguna pared vidriada o ventanal, lo que conseguirá, por el efecto “trampa” del vidrio, una mayor absorción de temperatura y una mejor iluminación para las diferentes especies.