El musgo seco es ideal para los arreglos florales y se suele usar mucho en decoración, especialmente en bodas, souvenirs, topiarios o centros de mesa.
Los adornos de musgo seco tienen la simplicidad de lo natural y le dan toque rústico y cálido a la casa; mientras que las de musgo fresco dan frescura y encanto al jardín, y todo esto de forma muy fácil, pues este vegetal crece en todas partes y se puede hacer en casa.
Con un poco de musgo natural puedes iniciar un cultivo y fabricarlo para decorar. Simplemente, debes procesarlo en una licuadora junto con leche agria o yogur, y un poco de agua tibia. Esta fórmula la colocas en una botella con atomizador, pulverizas con ella un sitio oscuro donde quieres que crezca, y lo riegas diariamente.
Macetas: Si pulverizas una malla de alambre con la fórmula del musgo, observarás que comienza a crecer. Luego, puedes forrar una maceta con la malla para decorarla.
Otra idea es hacer un jardín colgante de musgo, colgando la malla de alambre en un muro del jardín.
Mesa de jardín: Una idea sencilla, linda y ecológica consiste en reciclar un cajón de madera y convertirlo en una mesita de musgo para el jardín. Para ello, recubres la parte superior del cajón con arena, la humedeces y esparces sobre ella la fórmula. Si cubres el cajón con nylon, lo dejas a la sombra y lo riegas, obtendrás una mesita para el jardín de musgo, muy decorativa.
Muros: Una pared del jardín puede quedar muy linda recubierta parcialmente con musgo, para hacerlo sólo tienes que aplicar la fórmula en la zona donde quieras que crezca, utilizando una brocha gruesa. Luego, riegas con una botella con atomizador y esperas que crezca.
El musgo fresco tiene un color verde muy particular, sumamente decorativo, pues contrasta con el color del césped y las plantas del jardín. Sobre él también crecen florcitas minúsculas, y cuando esto sucede, los objetos se vuelven adornos naturales muy hermosos.