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Versión para imprimir del artículo Cómo plantar un árbol en el jardín. No incluye formatos especiales ni imágenes.
Sea cual sea el espacio que tenga tu jardín y el estilo del mismo, es esencial que cuentes con un arbusto de gran porte o árbol, para que brinde sombra a las demás plantas, y a la vez, contribuya con su follaje alto, sus flores y sus frutos a la belleza del espacio verde.
Hay algunas previsiones que debes tomar a la hora de plantar un árbol para que crezca sano y fuerte, así como también, estar alerta y prodigarle amorosos cuidados en sus primeros meses de vida.
Estudia la especie de árbol que plantarás en tu jardín en base al espacio disponible, el efecto que quieres lograr (producción de frutos, aroma, sombra) y a las condiciones de tu jardín (características del suelo, cantidad de sombra, espacio para el crecimiento).
Consulta al momento de comprar el árbol las especificaciones para su plantación. Es recomendable hacerlo antes del brote de las yemas y luego de la caída de las hojas, en plantines ya desarrollados.
Al momento del trasplante, debes tener mucho cuidado, pues los árboles sufren del llamado “estrés del trasplante”, lo cual los hace muy vulnerables durante la manipulación. Antes de trasplantar un arbol, ten en cuenta estas recomendaciones:
Cava un hoyo lo bastante ancho para que el conjunto de las raíces entre cómodamente. Quita la envoltura del plantín, corta con una tijera de poda las raíces quebradas y secas, y coloca el árbol en el hoyo, extendiendo las raíces con mucho cuidado.
Añade con una pala un poco de tierra, que tomarás del contenedor del plantín, y luego esparce tierra negra. Comprueba que el árbol está vertical y rellena completamente el hoyo, apisonando bien la tierra alrededor del mismo.
Una vez colocado el árbol, riega abundantemente toda la tierra que lo rodea.
No es recomendable que utilices tierra abonada en el momento de la plantación. Para abonar la tierra, espera que el árbol ya esté aclimatado al suelo, entonces podrás mejorarla de forma natural, ya sea con un abono orgánico como el compost o vermicompost, o bien con un fermento en base a estiércol y otros elementos naturales.
Para que el árbol se desarrolle sano y fuerte debes darle los cuidados básicos, como el riego periódico durante los primeros meses, cuidar que no sea atacado por plagas y pestes, arrancar las hierbas que crezcan alrededor, y podar las ramas secas o amarillentas.
Un árbol pequeño es un vegetal muy débil y sensible, y debes estar atento para detectar las señales que te permitirán saber cuáles son sus necesidades. Para ello, infórmate leyendo material específico para el cuidado de la especie que has elegido.
